Aprender a aprender: una formación clave para el éxito de nuestros alumnos

 Por Susana García-Moya. Profesora del Patrocinio de San José y Coordinadora del Plan de Altas Capacidades

Por Susana García-Moya. Profesora del Patrocinio de San José y Coordinadora del Plan de Altas Capacidades

En el Colegio, seguimos comprometidos con el desarrollo integral de nuestros alumnos, no solo ayudándoles a adquirir conocimientos, sino también proporcionándoles herramientas clave que les permitan aprender de manera más eficaz y, lo más importante, disfrutar del proceso de aprender. Es por eso que hemos llevado a cabo una formación muy especial para nuestros estudiantes de ESO y Bachillerato centrada en un tema fundamental: aprender a aprender.

A través de esta formación, hemos querido ofrecer a los alumnos estrategias concretas y eficaces, basadas en el funcionamiento de nuestro cerebro, para que puedan sacar el máximo partido a su capacidad de aprendizaje. La idea es que comprendan que no todas las formas de estudiar son igual de efectivas, y que aplicar las técnicas correctas puede hacer una gran diferencia tanto en su rendimiento académico como en su desarrollo personal.

 

La Ciencia detrás del aprendizaje

Para diseñar esta formación, nos hemos basado en las investigaciones de destacados científicos y divulgadores como Héctor Ruiz Martín, Juan Fernández, Daniel Willingham o Bárbara Oakley. Gracias a sus estudios, hemos podido acercar a nuestros alumnos conocimientos fundamentales sobre cómo funciona su cerebro durante el proceso de aprendizaje y por qué algunas técnicas, como el simple repaso releyendo el libro o apuntes, subrayar o la memorización pasiva, no son tan eficaces como otras más avanzadas.

Uno de los objetivos ha sido mostrarles que el cerebro, cuando se le proporcionan las estrategias adecuadas, puede procesar y retener información de manera más eficiente. A lo largo de las dos sesiones, hemos trabajado con los alumnos para que entiendan qué técnicas son avaladas por la ciencia y cuáles pueden aplicar para mejorar no solo sus resultados, sino también su confianza en sí mismos al estudiar.

Estrategias de aprendizaje eficaces

Durante la formación, hemos proporcionado a los estudiantes herramientas y estrategias prácticas que les ayudarán a mejorar en áreas clave como la planificación del tiempo, la organización de las tareas y la creación de hábitos de estudio sólidos. A través de esta formación, también hemos abordado retos habituales como la falta de concentración, la procrastinación o el «quedarse en blanco» durante los exámenes.

Entre las estrategias de aprendizaje que hemos trabajado destacan:

  1. El estudio elaborativo: que anima a los estudiantes a conectar lo nuevo que aprenden con conocimientos previos, profundizando en los contenidos, pensando en su significado y facilitando su comprensión y retención.
  2. La práctica espaciada: que consiste en distribuir las sesiones de estudio a lo largo del tiempo, en lugar de concentrarlas justo antes de un examen. Esta técnica mejora la memoria a largo plazo y evita el estrés de último minuto.
  3. La evocación: una técnica muy efectiva que implica recordar activamente la información sin consultar los apuntes. Este ejercicio no solo refuerza el aprendizaje, sino que también les permite identificar las áreas que necesitan repasar con mayor profundidad.

 

Factores emocionales y cognitivos que influyen en el aprendizaje

Además de centrarnos en las técnicas de estudio, hemos hablado con los alumnos sobre otros factores esenciales que influyen en su capacidad de aprender. Factores como la motivación, la autorregulación, las creencias sobre el aprendizaje y su propia autoeficacia son igual de importantes para el éxito académico. Estos aspectos emocionales y cognitivos juegan un papel clave en el rendimiento de los estudiantes, y es fundamental que los comprendan para poder gestionarlos mejor.

Por ejemplo, les hemos explicado cómo la motivación influye directamente en el esfuerzo que ponen en sus tareas diarias y cómo pueden mantenerla alta estableciendo metas claras y alcanzables. También hemos trabajado la autorregulación, es decir, la capacidad de gestionar sus emociones, comportamientos y recursos personales para lograr sus objetivos académicos. Ser conscientes de su propio proceso de aprendizaje y saber cuándo y cómo ajustar su comportamiento les ayudará a enfrentar los desafíos con más eficacia.

Otro tema importante que hemos tratado es el de las creencias sobre el aprendizaje, particularmente la distinción entre la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento. Muchos estudiantes piensan que sus habilidades y capacidades son innatas e inmutables (mentalidad fija), lo que puede desmotivarlos cuando se enfrentan a dificultades. Sin embargo, les hemos mostrado que adoptar una mentalidad de crecimiento les permite ver los errores y retos como oportunidades para aprender y mejorar. Este cambio de perspectiva puede tener un impacto positivo no solo en sus estudios, sino también en su vida personal.

Finalmente, hemos hecho hincapié en la autoeficacia, es decir, la creencia que tienen los estudiantes en su capacidad para aprender y superar desafíos. Aquellos que confían en sus habilidades tienden a enfrentarse a las dificultades con mayor perseverancia y a lograr mejores resultados. Hemos animado a los alumnos a fortalecer su autoeficacia mediante la práctica y el esfuerzo continuo, recordándoles que el éxito es el resultado de la dedicación y el trabajo bien orientado.

Construyendo hábitos de estudio sólidos

No hemos dejado de lado la importancia de construir buenos hábitos de estudio. Les hemos explicado que el éxito no se basa en estudiar muchas horas, sino en hacerlo de manera inteligente y organizada. Establecer rutinas de estudio, crear un ambiente adecuado y aprender a gestionar el tiempo son elementos fundamentales para reducir el estrés y aumentar la productividad.

Sabemos que muchos estudiantes tienen dificultades para gestionar las numerosas tareas del curso. Por ello, les hemos proporcionado técnicas de planificación, como dividir proyectos grandes en pequeñas tareas más manejables, y hacer descansos periódicos a lo largo de una sesión de estudio, lo que les ayudará a evitar la sobrecarga y el estrés de última hora.

Recursos adicionales para las familias

Para aquellos de ustedes que deseen profundizar más en estos temas, hay varios recursos que pueden resultarles útiles. Por ejemplo, les recomendamos el libro “Conoce tu cerebro para aprender a aprender” de Héctor Ruiz Martín, que explica de manera clara cómo aplicar las mejores técnicas de estudio, o “En blanco” de Juan Fernández, que aborda cómo superar los bloqueos mentales por causas como falta de atención, de memoria, de motivación o de gestión emocional.

También les animamos a ver el vídeo de Héctor Ruiz, en este link, donde de manera sencilla y accesible, explica cómo funciona el proceso de aprendizaje y cómo podemos optimizarlo.

Conclusión

Con esta formación, nuestro objetivo ha sido proporcionar a los alumnos no solo estrategias eficaces para aprender, sino también herramientas emocionales y cognitivas para afrontar con éxito sus estudios. Al comprender el impacto de factores como la motivación, la autoeficacia o la mentalidad de crecimiento, creemos que nuestros alumnos podrán enfrentarse a los retos académicos con más confianza y eficacia.

Agradecemos, como siempre, su apoyo y colaboración en este proceso. Juntos, como colegio y familia, podemos ayudar a nuestros alumnos a alcanzar su máximo potencial y a disfrutar del camino de aprender.

Por Susana García-Moya.

Profesora del Patrocinio de San José y Coordinadora del Plan de Altas Capacidades